jueves, 1 de septiembre de 2016

Un Dios vuela

Y me sé en ti
Calamidad de mis días
Refugio de mis noches
¡Y se re´nace!
La vida sigue su marcha
Se re’hace
Se re’inicia
Se deambula entre la crueldad de los días
Entre la esperanza de los tiempos
Observo el vuelo de los pájaros
ellos te buscan, sin rumbo en círculos te cantan
¡Y viven!
Una mano los sostiene
Más no conocen esta mano
En su armonioso viento ascienden sus alas
y descienden su rostro
Se despiden con una esperanza que no se cansa
¡Y todos somos pájaros!
Volamos solitarios
Volamos acompañados
Y un Dios nos mira, nos sostiene y nos suelta
Un Dios nos puso alas y la noche llega
La tierra nos consume y hay un grito al vacío
Somos valientes o tontos, pero seguimos buscando
un refugio donde nuestro rostro
no tema-al dolor- para reírnos con él
La vida solitaria se re’crea y con ella
un Dios en la palma de mi mano.






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