Muero el día que deje de sentirte
y las espinas quieran caer junto
con los pétalos para nunca regresar a la flor.
Muero el día en que el mar en su quietud
deje de ser silencioso y el ocaso
no encuentre quien le contemple.
Muero el día en que la mirada sea
forzada y el saludo diario no sea correspondido.
Muero el día que hacer el amor
sea insípido y el orgasmo fingido.
Muero el día en el que mi silencio
no te hable y donde mi rostro
ocupe maquillaje para que lo contemples.
Muero el día en que mueras y
no tenga quien lea mis letras
como solo tu las sabes leer.
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