jueves, 16 de julio de 2015

Mi Dios entre escombros

Mi Dios entre escombros

¿Cómo olvidar esa mirada ciega que penetra mi alma?
Nadie la ha visto,
Yo no la he mirado
Más en cada noche solitaria
donde el cansancio ofrenda un segundo de auxilio
en medio de la desesperación de cuatro paredes
que ahogan las respiraciones

¡Estás allí!

Y allí, está tu mirada.
Silente como la sombra del fantasma
Pero el frío al pasar se siente en mi cuerpo

¡Y te siento!

Como aquello que no tengo
pero en la desolación de lo marchito
tus espinas tiemblan en los labios que respiran aire muerto.

¡Y la vida continúa!

Con una chispa de esperanza
De encontrar un lugar donde no pierda tu mirada
Donde el corazón lleno de pétalos marchitos pueda
asir emigrando la soledad y sin deslucir tu mirada
pueda encontrar un espacio 
donde mis ojos puedan brillar
Y en medio de sueños no me abandones.

¡Y yo, yo te pueda abrazar!



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