Hércules, Un Jesús detrás del mito…
“Sí,
soy un mito. Un mito muy especial que se crea a sí mismo. Las mejores mentiras
sobre mí son las que yo mismo he contado”
Vivimos
en un mundo de mentiras/verdades, en donde nos hemos guiado mas por lo que
otros nos dicen que por lo que realmente sabemos de lo escuchado, a veces
creemos estar llenos de convicciones propias, seguros de que lo que creemos ha
sido revelado, pero bien, al analizarnos nos damos cuenta que un 85% no es
nuestro, son ideas prestadas, escuchadas, frases que nos cautivan y que de
pronto las hacemos nuestras y vivimos por ellas, con ellas y hacia ellas,
tratando de encontrarnos en lo que otros nos han dicho y poder ubicarnos en
algún lugar no sintiéndonos perdidos en un mundo lleno de paradojas, que bien,
nos hemos negamos a verlas como tal y poder tener toda una explicación detrás
de esas ideas.
Yo podría ser un mito, ¿Quién me lo impide? Y
si lo pienso bien, en unos años cuando muera, existirá el mito sobre “Shirley,
una aventurera que conquistó el mundo, que ayudó a muchos y que no encontró
límites”, bueno, ese sería uno de los ideales que quisieran que dijeran de mí
cuando falte en esta tierra, quisiera que ese fuera mi mito, pero… ¿Cómo puedo
saber yo si será así?
Tanto
Jesús como Hércules fueron hijos de dioses, poderosos, ambos ayudaron a miles,
hicieron cosas extraordinarias, eran fuertes, hermosos, apasionados en lo que
hacían, amantes de la belleza interna del ser, lucharon contra el poderoso a
favor del débil, odiados y amados por muchos, no tuvieron miedo a enfrentar
batallas, Hércules de todas ellas salió victorioso,
era un héroe y pues casi todas las ciudades de Grecia
se vanagloriaban de haber sido teatro de algún hecho maravilloso de Hércules. Jesús defensor de amar al prójimo, donde
iba hacía milagros, solo era suficiente tocar su manto para sentir su poder, muere por los demás pero
resucita victorioso, y hoy, es llamado como “El único camino verdadero para salvación"
Entonces, podría decir que un mito sea cual
sea su nombre: Zoroastro, Mitra, Krishna, Buda, Egipto, Hércules, Jesús, terminan siendo un poder colectivo de una
construcción social que en mayor o menor
grado al empezar a creer en él se va haciendo poderoso y en las conversaciones
de pasillo se hace creíble, no deja de ser, pero tampoco es, pero si todos
creen en él se convierte, en esa medida, en autovalidante.
Seremos
conscientes que no importa si reconocemos a uno o al otro como el dios, como mi
salvador, como mi guía, o como mi ficción, lo que importa es que en una
historia pasada antigua en esta Tierra se sigue haciendo presente y ha habido una batalla de fuerzas queriendo
que solo una sea la verdadera, una lucha entre la oscuridad y la luz, un
esfuerzo por querer controlar y ganar ese
control en esta mundo para usar a mi beneficio la historia que yo quiero que
crean, y al final, no hay verdades mas ciertas que las que cada uno dice que es
la correcta y en este caso, ¿para qué querer controlar los planetas cercanos,
si en el que vivimos no respetamos al que tengo a mi lado?.
“El
mar es un mito. Nunca ha existido el mar. Y sin embargo sí ha existido. Puedo
afirmarlo porque nací a las orillas del mar. ¡Me he bañado en el agua del mar!”
No hay comentarios:
Publicar un comentario