lunes, 3 de agosto de 2015

Dama de negro y blanco

Hay una vida llena de sonrisas
que se pierden en tu mirada
Mis pétalos marchitos,
ingenuos de amor,
besan tu alma.

Y coexisto en pasos rasgados y lentos
donde el devenir  se hace hogar
y el hogar huele a ternura,
a arropo,
a esperanza.

No me voy,
porque la vida vivida
resumida en un segundo,
hace de las memorias
una felicidad y me aferro a ellas
y a lo nuevo que palpita.

Hay una hora cero
Y en ella vuelvo a nacer
Tengo un nuevo aroma
Y placenteros matices que
Lloran
Gritan
Se estremecen

Y en medio de voces ausentes
una nueva vida empieza
abrazada de fantasmas que tocan
a las puertas del alma
y paciente respiro
como la dama de negro y blanco
donde mis labios rojos
como suaves plumas
borran las espinas de los recuerdos




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