Probablemente el dolor
se disfraza en una canción, donde el deseo se transforma en una frase que se
siente y los que la leen fingen sentirse bien porque lloraron su desconsuelo.
Probablemente una
mirada vista por mis ojos sea la razón para que el corazón no deje de latir y
se sienta bien en la ceguera escondida en cada palpitar.
Probablemente el poeta
finge alegría porque en un verso la luna acarició al mar y el mar encontró el
amparo que su sed añoraba donde sus recuerdos se ahogaban en la sal.
Probablemente hay una
vida llena de terapias donde las soluciones están a la mano del que habla, pero
el que habla no sabe nada y el que escucha calla porque lo vive todo.
Probablemente la hoja
no puede vivir sin su tallo porque el silencio que les habita les une en una
espina y sin esa espina la rosa no sería rosa.
Probablemente la vida
pide ser diferente pero olvida que al nacer una vida entre gentes desconocidas
es suficiente el ser diferente entre conocidos.
Probablemente ella
busca un mejor final, o busca un mejor inicio, pero olvida que el final nunca
llegará, pero la búsqueda nunca cesará y el inicio se quedó perdido en la nada
del recuerdo.
Probablemente él en un
gesto gritó y su voz diminuta se empotró en los oídos llenos de mensajes que
aturden por no haber visto nunca las palabras pronunciadas.
Probablemente un libro
sea la salvación de muchos y la esperanza invisible de otros, pero la caricia
de sus letras arrullan las pieles humilladas ante el desconsuelo del viento.
Probablemente una
plegaria perdone los pecados, pero el paisaje se olvida que con su belleza
seduce para que le miren y en su profundidad las almas anhelan sus mañanas
apasionantes.
Probablemente hay un
sol, un lugar, un pecho sediento, una lágrima seca, unas manos temblorosas, una
mirada con su profunda nostalgia, probablemente hay un melodrama entre la
espera y la ausencia.
Probablemente la felicidad
no está en lo que vemos, no está en la grandeza del infinito, no está en lo que
buscamos, ni está en la monotonía segura de sus logros, probablemente la felicidad
es la espina que punza y el deseo que produce.
Probablemente el
placer de vivir está en ver lo repetido como si fuera la primera vez que lo veo
y como si el sentir fuera la filosofía fusionada entre mis deseos y mis pasiones,
entre mis angustias y silencios, entre lo vivido y lo incierto.
Probablemente la
búsqueda electrizante está entre mi piel y mi alma y se dibuja en las letras
rojas del ayer y las hojas en blanco del mañana.
Probablemente Tú y Yo
Acaso Ellos y ellas
Puede ser un Nosotros
Seguramente Ninguno
Tal vez todosQuizás solo Ella y su silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario