jueves, 3 de septiembre de 2015

Un alma embriagada en el paraíso

Un viento sopla desde el horizonte
se escucha un canto que hace brotar los campos
los paisajes llenos de colores protegen
sobre sus hombros los sueños de aquellos
que en su inocencia juegan sin el saber del tiempo.
Una sombra en el valle atrapada
se emborracha en una sonrisa
que ansía enamorar
Deseosa de incumplir las reglas
 con su mirada fogosa se esfuma
entre los arbustos y deja fluir sus instintos
sin límite alguno.
Se aleja hacia las aguas,
sueña, despierta, se esconde, hace y deshace
con sus bromas en el paraíso se deja contemplar.
Como el Génesis de una historia
con su Eva viendo el cielo y un dios
que la contempla  
se deja reposar en la magia de la noche y
se embriaga con su aroma
Las hojas cubren su ingenuidad y
las letras se tiñen de silencio
Los rostros oscuros con voces sombrías
flotan en los miedos que galopan sus deseos.
Cierran los ojos y solo se escucha el palpitar
de los pasos invisibles en la arena del mar
Reposan la respiración 
y con poemas en sus bocas 
abrazan los tesoros escondidos
de la muerte que los libera
de una eternidad incierta.









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