miércoles, 2 de septiembre de 2015

Un café entre mi boca y el silencio

Hay un instante, las hojas se han mojado
y el frío entre luces visita las manos
Un café y un cigarrillo
visitan la noche que cae nutrida sobre
el mundo de los desvelos
Un centinela por la ventana
donde se escucha una voz sensual
en la música de antaño
El humo se dibuja en las paredes cubiertas de vapor
y en cada succión un beso de pasión
La habitación tiene aroma
y en cada sorbo hay una caricia
Las burbujas hacen fiesta y una taza se enfría
Un cigarro se quema y el cuerpo huele a tabaco
El  aroma se posa en la mirada y un café fuerte  los abriga
Las charlas se esconden en los ponientes de los recuerdos
y como un espejo hurgan los pensamientos
Las letras interminables se encienden  y en
conversaciones no verbales las siluetas se beben despacio
Sorbo a sorbo con el alma apretada
las palabras aparecen de golpe
y perturban los labios sedientos
Una taza de café y un libro que adorna la habitación
Un cenicero y una tinta que escribe los delirios
Una charola de plata y un baño solitario
Una historia y un cigarrillo que se quema
Un pedazo de otoño que se enciende
y una primavera que se embriaga
Una luz en los ojos y una noche
reflejada en la oscuridad del café




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